GESTIONAR LAS RELACIONES EN SITUACIONES COMPLEJAS (I)
- Fernando Martinez Lombera
- 6 mar 2023
- 5 Min. de lectura

Muchas veces, la situación que vives en tu trabajo, en tus relaciones personales no es la que quieres. Vives en un “mal ambiente” de familia, amigos, compañeros, alumnos, residentes, etc.
En estas situaciones es frecuente que experimentes SENSACIONES Y SENTIMIENTOS como:
· ESTÁS EN UN POZO SIN SALIDA
· NO PUEDES HACER NADA PARA MEJORAR
· ESTÁS EN UNA GUERRA EN LA QUE TE ATACAN Y TIENES QUE ATACAR
· SIENTES MIEDO, DESCONCIERTO, CULPABILIDAD

VALORACIÓN DE LA SITUACIÓN
En esta situación es muy importante que “tengas CONCIENCIA” de cómo te encuentras. No se trata de que sepas exhaustivamente todo lo que te pasa y por qué te pasa. Tampoco te ayuda en nada que te digas cosas como “lo que me pasa es que me están…”, “tal persona me tiene manía”, “lo que me hace falta es.”.
Se trata de que tengas una actitud de OBSERVACION, primeramente, de ti misma/o y después de la situación en la que estás.
Observarte es el camino para saber cómo estás personalmente, como estás actuando, para saber qué quieres y qué necesitas. Es el primer paso para CUIDARTE A TI MISMA dentro del proceso complicado en que te puedes encontrar.
Esto puede parecer que es una labor muy compleja o técnica, pero no es así. Es la ACTITUD que tienes que tener para empezar a encontrar soluciones.
La observación, además, te “vacuna” contra uno de los mayores males de las relaciones interpersonales: la respuesta automática, sin pensar o RESPUESTA REACTIVA.
SABER CÓMO QUIERO ESTAR Y CÓMO DEBO ESTAR
También es importante que te digas “cómo quieres” estar en tu ambiente de trabajo y en tus relaciones. No te propongo que hagas un exhaustivo autoanálisis. Posiblemente no estás en el momento de ello. Te propongo que contestes a las siguientes preguntas. Hacerlo, ya te sitúa en una posición de OBSERVACION y te marca el camino para el bienestar:
- ¿Cómo estoy en mi trabajo?
- ¿Cómo estoy en mis relaciones?
- ¿Cuál es la emoción que predomina en mi situación?: miedo, enfado, alegría, tristeza… (o la que tú te describas a ti misma/o)
- ¿Cuál es la emoción principal que me gustaría que estuviera presente?
- ¿Cómo me gustaría estar?
- ¿Qué puedo hacer para estar lo mejor posible?
En este proceso de valoración propia hay una pregunta que puedes hacerte y que es muy importante en situaciones de trabajo o de relaciones personales difíciles:
- ¿QUÉ ES LO QUE NO QUIERO HACER? ¿Cómo no quiero estar? ¿Qué límites personales me marco?
Muchas veces podrás hacer que ese límite que pones se cumpla. Otras veces sabrás lo que no quieres hacer, pero no podrás evitar tener que hacerlo. Pero en ambos casos es muy positivo y necesario tener definido tus límites porque:
- Te van a GUIAR en tus siguientes decisiones a tomar (incluida la de reconocer que no es momento de tomar decisiones).
- Te van a servir de PROTECCION EMOCIONAL ya que saber que haces lo que no quieres porque no te queda otra opción implica un conocimiento y aceptación de ti mismo.
- Te va ayudar a fortalecer tu IDENTIDAD PERSONAL, evitando que caigas en un laberinto de justificaciones y sentimientos negativos que te lleven a un concepto negativo de ti misma.
ACTUAR GUIANDO TUS RELACIONES
Haz tuya la CREENCIA BÁSICA: “YO PUEDO GUIAR MIS RELACIONES”.

Esta afirmación interiorizada evitará que tengas una sensación muy común en estas situaciones: no estás en un torbellino que te lleva sin que puedas hacer nada. Todas las relaciones evolucionan y cambian, no son inamovibles. Se mueven los vínculos que estableces con las personas:
- Con personas con quien no tenías relación, un buen día se establecen.
- Con personas con los que tenías relaciones (tanto buenas como insatisfactorias), un buen día se enfrían hasta hacerlas muy poco significativas.
- Las relaciones que eran malas con alguien, se aclaran se mejoran, se vuelve satisfactorias.
ALGO ESTOY HACIENDO PARA QUE SE MANTENGA LA RELACION NO DESEADA
Cuando se da un conflicto entre personas, y este conflicto se mantiene, es porque se da una situación de EQUILIBRIO PERVERSO entre todas las personas involucradas, de tal manera que las acciones y las respuestas de cada uno hacen que la situación se mantenga invariable. Esto, llevado a una relación insatisfactoria o difícil en el ámbito laboral y personal se puede formular como “algo estoy haciendo yo para que se mantenga la relación no deseada”. Tu atención se tiene que centrar en la idea:
¡voy a actuar yo para romper el equilibrio negativo y que cambie a una situación diferente y mejor para mí!
ACTUAR SOSEGADAMENTE. NO ACTUAR REACTIVAMENTE
Esto implica actuar de forma pensada, valorando la situación y no actuar de forma automática, dando salida descontrolada a los impulsos emocionales. Lo que, frecuentemente, genera dificultades y distorsiones en las relaciones.
Para poder responder de forma sosegada la actitud de OBSERVACIÓN es fundamental, tal y como se ha dicho antes.
Pero cuando estás en una situación en la que te sientes interpelada/o, criticada, discutida, es difícil realizar respuestas sosegadas y es, justo en esos momentos, cuando estas son más necesarias. Cuando te sientas “con ganas de responder enérgicamente”:
- Date tiempo para responder, di que lo tienes que pensar y ya contestarás.
- Haz un tiempo muerto o estado de interrupción: vete al baño, di que tienes que realizar una llamada, etc.
- Responde haciendo preguntas y pidiendo aclaraciones. Por ejemplo: si te dicen que no les ha gustado tu actitud en alguna situación responde con preguntas como “¿Qué quieres decir exactamente…?”, “¿en qué te basas para decir eso…”, “¿te refieres a algún momento en concreto?”, “¿Puedes señalarme en que situaciones concretamente?”.
Responder de esta manera te va a ayudar a que des una salida a la situación emocional que se te ha generado. Va a permitir también ganar tiempo para pensar respuestas más adecuadas y va a generar que tu interlocutor tenga que reflexionar sobre lo que te ha dicho y matizarlo, abriéndose nuevas posibilidades. Aquí viene muy bien el dicho popular de “contar hasta 10 antes de responder”.
ASERTIVIDAD
Esta es una palabra muy usada que no siempre se entiende adecuadamente. Relacionarse asertivamente es comunicar los deseos, las ideas, las opiniones y también la reclamación de los derechos de forma adecuada y proporcional a la situación personal, a las circunstancias relacionales que se den y al entorno. Actuar asertivamente es comunicar sin ansiedad, con respeto, pero también con firmeza, y haciendo valer con la energía necesaria, si la situación lo pide, la posición propia.
LA LINTERNA DE TU ATENCIÓN
Cuando enciendes una linterna en una sala oscura, puedes ver solamente lo que el haz de luz de la linterna ilumina. Cuando estás en una situación difícil, haces lo mismo: te enfocas en el problema o en aspectos parciales de ello. ¡Y no ves el resto de opciones!
Cuando te observas a ti misma/o, cuando te reconoces emocionalmente, cuando te dices lo que quieres y no quieres en una relación, estás ampliando el haz de luz de tu linterna interior. Estás viendo más allá del problema, la dificultad o la crisis. Estás en el camino de las soluciones satisfactorias.
Enfoca tu atención, tus acciones y tus palabras en lo que te beneficia y en lo que deseas. Y minimiza las veces que hablas y piensas en la situación o persona problema.


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